viernes, 22 de noviembre de 2013

No hay mayor derrota que huir antes de comenzar el juego.

Hasta ahora todo fue fácil.
Todo calculado, establecido, sin tener que preocuparnos individualmente por el qué haremos... Cuando eres pequeño, y tienes claro que quieres estudiar: secundaria, bachillerato... y después la difícil decisión de qué carrera elegir, y una vez en ella preguntarte año tras año si fue la correcta. Pero es una educación reglada, lo máximo que tienes que hacer es estudiar, realizar prácticas y trabajos para las distintas asignaturas, etc. Todo resulta fácil.
Pero ahora, en el último curso, llegan las dudas ¿Qué harás el año que viene? ¿vas a hacer un máster y seguir huyendo de lo inevitable? De afrontar un mercado laboral en el que te tienes que hacer un hueco, de aprender a ser un adulto, donde no te ponen las cosas por delante y tienes que luchar cada día para mantener tu puesto de trabajo (salvo que oposites porque prefieras tener el suelo firme bajo tus pies).
Pero ante ese temor, que todos los que terminan la carrera están pasando, sólo puedo mostrar una buena cara. Aunque este sistema educativo me parezca lamentable hasta límites insospechados, pues no recibimos una educación que se salga de lo teórico, y que, siendo pragmáticos, esos conocimientos se olvidan y  no tienen utilidad más que a nivel personal; sé que no es algo de esta universidad (que no es ni mejor ni peor), es algo global y como tal, muchas personas se han enfrentado a este problema y han sabido lidiar con ello y mejorar. Y nosotros no seremos menos.
Que este blog sirva de autocrítica y constancia de ello.

miércoles, 30 de octubre de 2013

¿Por qué nos hace gracia?

¿Por qué molesta la figura que representa Porky? Y por tanto ¿qué se esconde detrás de ese rechazo social hacia este tipo de personalidades?
No pretendo aquí hacer un estudio en profundidad, sino exponer una serie de ideas para que sean reflexionadas.
Podría aplicarse a muchos contextos pero expondré las ideas en base a la película 'El señor de las moscas' puesto que ejemplifica una situación extrema, en la que podremos percibir de un modo sencillo los motivos que están en la base de dicho rechazo.

Para conocer la posición de Porky en este grupo aislado, surgido de una situación casual, hemos de plantearnos el papel que cada uno de los integrantes adoptan. Hay unas cinco figuras principales: Ralph (Protagonista y líder electo de entre todos los náufragos), Jack (adversario de Ralph con ansias de poder, usando la fuerza para imponerse sobre éste), Simon (amable, independiente, sensible y reservado) Roger (calmado e insignificante aunque acaba uniéndose a Jack y desarrolla su potencial sádico junto a éste, que le lleva a acabar con la vida de Porky); y junto a estos integrantes se encuentra Porky y el resto de náufragos.

No es el objetivo de este espacio teorizar sobre los roles que cada uno desarrolla, pues se trataría de un escrito harto extenso, sino que una vez contextualizada la situación, pasaremos a reflexionar sobre por qué Porky es tan odiado.

En una situación de caos, donde todos los náufragos tratan de averiguar cuál es su presente y futuro en la isla, Ralph es elegido líder entre todos, por reunir las características naturales para ello. En un principio Ralph aporta la sabiduría y transmite suficiente calma que todos necesitan ante una situación de miedo e incertidumbre. Los consejos sabios para su edad y prácticos, discurren entre interrumpidas intervenciones provenientes de Jack que trate de contradecirle, el bullicio, y las tan correctas y racionales de Porky. 

Porky representa la apariencia contraria a los chicos náufragos. Su peso roza la obesidad, posee lentes, parece estar muy seguro de lo que dice y hace, y parece carecer de sentido del humor.
Sus características diferentes hace que sea el punto de mira de las críticas, pues es práctica común en el ser humano la discriminación a aquello que es diferente. Pero si aceptásemos solo eso como el motivo por el que es rechazado, nos pillaríamos los dedos. 
Ante una situación desconcertante se presenta como un hombre de hierro, que no cuestiona por un momento sus intervenciones; representa el lado racional y a la vez no es capaz de actuar racionablemente (Rawls, 1971)Sabe lo que es justo, lo que es racional según lo que él ha aprendido, pero es incapaz de entender lo que le conviene a esa colectividad específica. ¿De qué sirve propugnar una solución universal y 'correcta' si no es compartida por el resto? ¿Por qué ha de ser observado como la razón, la sabiduría cuando no es capaz de darse cuenta de la situación en la que se encuentra y adaptarse a ella? 

Una enorme parte de la educación está enfocada a interiorizar unos conceptos morales supremos por los que hemos de regir nuestra vida, pero,¿por qué aquél que rige su vida sin plantearse tan siquiera otras posibilidades ha de ser ejemplificado como el sabio? Alabamos al justo, al moral pero ¿qué diferencia al escrupulosamente ético de aquel que actúa de un modo totalmente opuesto como Jack quien representa la envidia y la maldad ?

La ética llevada al extremo a lo largo de la historia se ha servido de actos hipócritas en los que aquéllos mismos que preconizaban estas normas 'casi divinas', han actuado de un modo opuesto tan rápido como han podido (en este caso ocurre con la mayoría de los náufragos y en especial con Roger, quien cuando tiene la oportunidad acaba mostrando su lado sádico y acaba con la vida de Porky) 

Hay varios motivos por los que podemos reírnos, pero todos pueden estar conectados de un modo inconsciente:
       - Nos reímos ante la ignorancia de Porky al tratar de exponer unas pautas de convivencia en un ambiente que no está en absoluto receptivo ni preparado para escucharle
       -Su falta de empatía con los demás náufragos y por tanto su pésima intervención que no llega nada más que a ser oída y no escuchada.
       -La actuación del ser humando tan violenta cuando no hay restricciones. Esto provoca una impresión, y esta reacción inesperada y exagerada nos provoca risa.
       -Una risa que demuestra esa parte sádica que todos llevamos dentro y que se traduce en lo siguiente: en el fondo de nosotros todos queremos sancionar la soberbia e ignorancia que trasmite además de la rabia que provoca, al poner en evidencia al resto, que no es capaz de ser tan imparcial.

De modo que a aquellos a quienes esta escena no provocó ni un atisbo de risa, a pesar de las tristeza que supone empatizar con él, plantearía lo siguiente:
1.- Si no te ríes puede deberse a que te identificas con él y por tanto reflexiona.
2.- Hay una parte dentro de ti que no estás aceptando.

Todos somos sádicos y masoquistas; buenos y malos; solidarios y egoístas, etc... En el punto medio está la perfección.